No recuerdo exactamente cuándo llego a mi casa, lo que sí recuerdo es cómo llegó.
Un día casi como cualquier otro día mi papá salió del trabajo y miró que el policia que cuidaba la puerta alimentaba a un cachorrito abandonado. Mi papá al verlo supo que tenía que traerlo a la casa. Era una cachorrita "criolla" es decir que tenía un poco de todas las razas.
Transcurriéron así nueve años en los que se ganó nuestro afecto con sus caricias, con sus saltos, con sus sonrisas.
Ayer, después de unos días de estar algo triste y tras una fallida visita al veterinario falleció la mejor de todas las mascotas, Afra.
Siento mucho que esta foto no le haga justicia, hay una en la que se le puede ver sonrerir, voy a buscarla.
1 comentario:
Se que es un poco tarde para esto, pero, en verdad lo siento, ahora que leí este post, recuerdo lo mucho que adoro a mi perro aunque ahora no estoy con el, lo he dejado my bien encargado con mi mama, y tambien e recordado lo mucho que llore cuando se me murio mi primer perro.
Una mascota siempre sera la mejor para cada uno de nosostros, por todas las cosas que se comparten y lo bien que te hacen sentir.
Un abrazo
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