6.28.2013

Update

Hay gente a quienes se les facilita escribir y no sólo eso, sino que pueden hacer de una visita a la escuela, a la biblioteca o incluso a la tiendita de la esquina toda una experiencia agradable para los lectores. Habemos otros que por mucho que nos esforcémos en escribir nada más no se nos da eso de contar historias. A lo más que podemos aspirar es a escribir un suceso tras otro y cuidar que estén acomodados, al menos, cronológicamente.

Total que el tiempo pasa y la maldición sigue, los conocidos todavía me cancelan boletos para conciertos y termino regalándolos. ¿Por qué regalados? pues porque la gente ya no te los compra afuera de un concierto, y la única opción son los revendedores, pero no voy a darle el gusto a los revendedores de conseguir un boleto barato y venderlo al doble, prefiero regalarlos. Así se han ido boletos de Caifanes, Battles, Vive Latino, Auténticos Decadentes, Olympic Fest y Shout Out Louds.

He aprovechado, también, muchos otros. Disfruto conciertos igual solo que acompañado. Ahora me acompañan en mi habitación algunos vinilos y, para berrinche de muchos, aún no noto la diferencia, más allá de la experiencia, entre el sonido de los discos de acetato y los archivos mp3. Tuve un paso fugaz por la industria del entretenimiento y me dieron mi primer patada del mundo laboral. las enfermedades vinieron y se fueron, afortunadamente. El alcohol se llevó a un amigo pero me trajo a otro, ambos en la misma persona.

Le di la vuelta al ciclo hater de la vida, es decir, como decía mi primer post:

Odio los días festivos comerciales, odio los días festivos religiosos, 
odio los días festivos familiares, odio,en fin, los días festivos con un 
motivo válido (lo que sea que eso signifique) que se convirtieron en 
comerciales. Y por supuesto odio mi cumpleaños.

Y ahora aprendí que muchas de esas fechas sirven para convivir con esa gente que por seguir su ritmo de vida no tiene tiempo para disfrutar, aunque sea por un momento, de la compañía. Aún no supero mi cumpleaños.

Desaparecieron diez de los dieciseis blogs que frecuentaba. Acumulé 8500 tweets. Y aún soy un irresponsable que no puede dejar morir un blog y que no puede postear con periodicidad.

Sigo teniendo dedazos y faltas ortográficas.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Me gusto tu post :)
Extraño mucho escribir. Todos han ido desapareciendo... Un abrazo! Elise de Itsumo Issho Ne