Estoy convencido que mi vida era mucho más interesante hace algunos años.
Estabamos V y yo tomando en un extinto bar de Copilco y en la mesa de al lado había una pareja italiana que conociamos de la Fac sólo de vista. En el afán de expandir nuestra cultura y al calor de los tragos decidimos compartir algunas cervezas con ellos.
La conversación comenzó con temas irrelevantes y siguió con las diferencias culturales, después política y temas académicos y casi al final usos y costumbres de ambos pueblos. Fue con éstos últimos que el tema del machismo tomó la mesa. Ellos venidos desde su primer mundo se quejaban amargamente del machismo mexicano, mientras V se divertía/enorgullecía exaltando el suyo. La mesa se dividió no por diferencias sino porque la conversación fluía mejor, así V platicaba con Giovanni mientras Estefania platicaba conmigo.
La conversación de ellos se hizo difusa al tiempo que Estefania y yo enumerábamos, ambos en el mismo sentido, las actitudes machistas de la sociedad mexicana. Que si la puerta del auto, que el asiento en el transporte público, que la paga de la cuenta en una comida, etc. Transcurría de esa manera cuando ella sacó un cigarro y al tratar de encenderlo se dio cuenta que no traía encendedor o cerillos. Pidió uno en la mesa siguiente, el sujeto se levantó, se acercó a nuestra mesa y le encendió el cigarrillo. Al tiempo que el sujeto regresaba a su mesa le dije a Estefania "ves??? eso es una actitud machista y no sólo de él" (aludiendo a que ella lo había permitido) ella sonrió y asintió con la cabeza.
Después de un par de ejemplos más ella me dijo que una buena forma de reparar el mundo es educando a nuestros hijos sin esas actitudes nocivas, inmediatamente reí y le dije "no pienso tener hijos".
"Por favor ten hijos"
My Best Compliment Ever