Algo trágico pero lo merece.
Así debe sentirse la muerte de un amigo, así debe sentirse de vacía la vida cuando ya no convivirás ni una sola vez más con alguien.
Tras casi diez años de convivir, de jugar (ah cómo olvidar el Age Of Empires), de aquellas tareas interminables que al final sí quedaron, de las desveladas por trabajo y de las desveladas por puro ocio, de los therabytes de información obtenida y de las confesiones que no se le hacen más que a una máquina; no, no sólo a "una máquina" a Tu Máquina.
Pues sí tras algunos meses de convalescencia mi PC no resistió más y por fin pasó a ese descanso eterno. Ayer tras una llamada fui al centro de servicio y me la entregaron con un una falla en la motherboard, ni modo regresé a casa no con el gabinete de una computadora sino con el cadaver de un amigo quien después de innumerables batallas perdió esta última.
Un último encendido.
